domingo, 16 de marzo de 2008

2008


Comenzó otro año y Hacerlo visible se va consolidando cada día un poco más. Comenzamos con las reuniones, con los debates y a organizar las actividades del calendario 2008.

En primera instancia hicimos un volante y un documento para el 8 de Marzo, día internacional de la mujer. Agrupaciones como el PTS, MAS, Azucenas, Mariposas Mirabal, etc convocaron a una marcha desde plaza San Martín a la que acudimos con la intención de repartir el volante, y leer el documento en la radio abierta.

Sucedió que al no haber participado de la organización de la marcha, no nos dejaron leer el documento y el volante generó bastante revuelo.

Lo que vamos a hacer es simplemente publicar el volante y el documento para que ustedes saquen sus propias conclusiones. Nuestra idea no es criticar a nadie (tampoco generalizar, porque si bien hubo censura entendemos la individualidad de la gente dentro de las agrupaciones, al menos asi nos manejamos nosotros) sino más bien nuestro fin es instalar debates en la sociedad, en distintos ámbitos, y esta vez... logramos nuestro objetivo.



8 de Marzo

En 1910, la Segunda Conferencia de Mujeres Socialistas estableció el 8 de Marzo como Día Internacional de la Mujer en homenaje a la lucha que libraron 129 obreras textiles de Nueva York como forma de protesta por mejores condiciones laborales. Luego de esto, sus patrones las encerraron e incendiaron el edificio asesinándolas.

¿Cuánto hemos avanzado en la lucha que iniciaron estas mujeres? ¿Cómo vemos a la mujer hoy?

La mujer: el sexo débil. El sexo que trabaja en la casa, y el sexo que tiene que satisfacer al hombre sin importar sus propios deseos; el sexo débil que cría a los hijos y trabaja en el mismo puesto que un hombre pero gana un sueldo menor; el mismo hombre que llega a su casa con la comida servida y sus hijos bañados esperando la cena. El sexo débil que sufre la violencia constante del patriarcado. El sexo débil utilizado como objeto e inferiorizado constantemente.

La mujer hoy debería salir a enfrentarse con la mujer que la sociedad impone. No luchar contra el hombre, sino junto a él por igualdad de condiciones y oportunidades. Contra el machismo, contra el estereotipo que se vende en los medios -donde se sigue marcando que la mujer sueña con ser “la reina de la cocina”, “la que mejor lava la ropa”, “la que se viste mejor”, “la perfecta ama de casa”. No debería plantearse “el día de la mujer” como un festejo, sino como un día de lucha, al igual que cada día del año. Estamos en el s. XXI y nos seguimos encontrando con menos derechos y más estereotipos con los cuales lidiar. Nunca nos planteamos por qué no existe “el día del hombre”. ¿Creemos acaso que el día del hombre se “festeja” todos los días? ¿Creemos que el hombre conforme al machismo no tiene derecho a llorar? ¿A sentirse desprotegido? ¿A enamorarse de otro hombre? ¿A sentirse débil? ¿A disfrutar la tenencia de los hijos? ¿Es menos hombre por ser amo de casa? ¿Es metrosexual por ocuparse de su estética?

Los estereotipos, la cultura machista y la sociedad patriarcal afectan a todo tipo de género, sexo e identidad. El cambio está en cada uno de nosotros, en la educación de nuestros hijos, en la mirada crítica de una sociedad que persigue costumbres y tradiciones discriminatorias desde la Edad Media, con inclusión para pocos y exclusión para muchos.

La lucha no discrimina, la lucha no estereotipa, la lucha es de todas y de todos, y para todos y para todas.

No existen razones, fuera del dogma o de la simple estrategia política, para ponderar las (eventuales) marcas de género impresas sobre la tragedia por sobre las otras, las marcas de la discriminación, las del abuso, las de la violación física y espiritual, las del crimen, las de la impunidad; esas marcas, en fin, impresas por el hombre sobre el hombre, por la mujer sobre la mujer: ésas, creemos, son ineludibles.

No queremos decir con esto que las peculiaridades del caso deban ser ignoradas, pero, ¿hasta qué punto no se excluye del debate por la igualdad a aquéllos que no comparten esas peculiaridades? Abrir el debate es justamente poder ver que, mucho más allá de la adscripción de la víctima a un género, existe siempre un problema mayor que nos involucra a TODOS. A todos y a todas. Olvidamos que, aun en los casos en los que la identidad sexual de la víctima juega un papel importante en la tragedia, subyace aquello que ha dado origen a esta posibilidad.

En la noche de la impunidad, el enemigo no nos reconoce hombres ni mujeres. Tampoco él es hombre ni mujer. Es preciso encender una luz de lucha para poder vernos cara a cara con lo que nos mata.

En el Día Internacional de la Mujer, consignas como “pan y paz”, igualdad y justicia nos brindan una ocasión más para reflexionar, abrir el juego -y no el fuego-, porque, ¿no es acaso la lucha de todos, la lucha de todas y de todos, la de las neoyorquinas de 1910 y la nuestra? ¿Y no son precisamente estos enemigos de todos y de todas, de todas y de todos los que intentamos día a día combatir?

Todas y Todos somos Julio López

Todas y Todos somos hijos e hijas

Todas y Todos somos nietos y nietas

Todas y Todos somos víctimas

Todas y Todos somos Romina Tejerina

Todas y Todos somos José Luis Cabezas

¡¡¡Todas y Todos somos Sandra!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta gestión es un big hoax!
estan de capa caida...
cuanto falta para q se disuelva,
este plan es mas que nada para conocer chicos que otra cosa
mucho ruido...y...